Ciudad del Carmen, en riesgo de convertirse en pueblo fantasma por la crisis petrolera

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Restaurantes, hoteles y plazas comerciales edificados durante la época de la bonanza económica en Ciudad del Carmen hoy lucen vacíos y en completo abandono por la falta de clientes. (Fotos: El Universal)

La vocación de Ciudad del Carmen, Campeche, por siglos, fue la pesca que por generaciones proporcionó el sustento a las familias del lugar, hasta que en 1971 el pescador Rudecindo Cantarell informó a Petróleos Mexicanos que del fondo del mar, en la sonda de Campeche, brotaba una mancha de aceite. Fue el origen de grandes cambios económicos y sociales que por más de cuatro décadas marcaron a la isla, al estado y a la nación. Había sido descubierto uno de los yacimientos petroleros más ricos del mundo.

El descubrimiento del yacimiento en la sonda de Campeche puso a México en el mapa de los países exportadores de petróleo más importantes, las estimaciones iniciales de su contenido llevaron al presidente José López Portillo a decir a los mexicanos: “Tenemos que acostumbrarnos a administrar la abundancia”.

Desde que inició la extracción del petróleo de Cantarell el yacimiento se convirtió en el motor de la economía nacional, particularmente cuando los precios subieron y con ello el gobierno federal tuvo recursos para financiar el gasto público.

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Hoy Cantarell empezó su declive, su producción ha disminuido y también los precios del petróleo en el mundo, lo que afecta a Ciudad del Carmen, la más próxima a la Sonda de Campeche, ubicada mar adentro a 85 km, integrada por los campos Nohoch, Chac, Akal, Kutz, Ixtoc y Sihil, que en conjunto tienen 190 pozos.

Por más de 40 años Ciudad del Carmen fue considerada “la capital petrolera del país” por el auge que la industria petrolera le inyectó, hasta llegar a representar el 79 por ciento del PIB del estado de Campeche. Hoy en la Sonda de Campeche “aún se produce el 78 por ciento del crudo generado en todo México y la mitad del gas natural.”

Según el periódico ‘La Crónica’ (29 de marzo 2016) “La crisis en Pemex, el desplome del precio del petróleo –el barril de la mezcla mexicana ha fluctuado entre 20 y 30 dólares en los últimos meses después de superar los 100 dólares en 2014–, la falta de visión del empresariado local y el descontrol financiero del gobierno estatal coincidieron en esta historia trágica, la del desmoronamiento de Ciudad del Carmen.”

Con la llegada del auge petrolero, el oro negro, también llegaron muchos hombres y mujeres de diversas partes del país en busca de empleo o para hacer negocios, hoy la caída en los precios internacionales del petróleo generó la crisis que obliga a rematar mercancías, cerrar establecimientos, rentar o vender casas, locales y edificios.

Lo único que se multiplica es el desempleo, empieza la miseria y se asoma el miedo a perder lo antes ganado. Para muchos llegó la hora de buscar otra oportunidad o esperar a que regresen los precios altos del petróleo y lleguen las empresas petroleras internacionales.

El reportaje señala que “el Consejo Coordinador Empresarial de Carmen refiere 40 mil despedidos en la región de 2015 a lo que va de 2016, derivados de la suspensión de contratos y la falta de pagos a grandes compañías proveedoras de Pemex como Halliburton, Schlumberger, Waterford y Cotemar, entre otras”’.

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“En su reporte del cuarto trimestre de 2015, el IMSS informó la baja de 15 mil trabajadores en la zona. Y el empleo formal en la entidad ha caído 7 por ciento. Pemex habla de 15 mil despidos, pero la falta de contratos ha orillado a proveedores a recortar personal y entonces el desempleo se ha reproducido en cascada, sin contar el informal”.

Lo sucedido en Ciudad del Carmen, que afecta en directo la renta de Campeche, es el ejemplo local de lo que también se percibe a nivel nacional y ha obligado al gobierno federal a recortar el presupuesto, debido a que las estimaciones en su formulación quedaron por debajo de los precios que los diputados plantearon, cuando realizaron el Programa de Ingresos de la Federación.

El tema también apunta a la mala decisión de haber cancelado por décadas la instrumentación de una reforma fiscal que permitiera al Estado aprovechar de mejor manera la renta petrolera, para no caer en la dependencia estructural en la que ha estado, por haber “petrolizado” la economía, al financiar el gasto público con la venta de petróleo, lo que significó, en el fondo, una fuente de corrupción al interior de Pemex y un subsidio a los grandes empresarios que mantienen la tendencia a evadir al fisco en toda oportunidad.

La realidad indica que el país debe pasar a otra etapa y lo está haciendo por la vía de promover la participación de las empresas privadas nacionales y extranjeras en la industria petrolera, eso es la reforma energética. Es el precio que el gobierno paga para llevar a cabo la reforma fiscal. Lo cierto es que el petróleo antes o después se va a terminar y cuando llegue ese momento el país deberá estar preparado. Hoy Ciudad del Carmen es un ejemplo que debemos estudiar para que lo que ahí pasa no suceda en todo México.