Asocian la hipertensión y la hipercolesterolemia antes de los 40 años con cardiopatías futuras

Por Lisa Rapaport

(Reuters Health) - Las personas con hipertensión o colesterol elevado antes de los 40 años son más propensas a sufrir un infarto más adelante que otros adultos, de acuerdo a una revisión de seis estudios sobre 36.030 personas.

Los autores los siguieron desde que tenían, en promedio, 53 años para determinar si tenían infartos, ACV o insuficiencia cardíaca.

Cuando habían pasado por lo menos 17 años para la mitad de la cohorte, los participantes con altos valores de colesterol LDL o “malo” antes de los 40 años (+129 mg por decilitro de sangre) eran un 64% más propensos a haber tenido complicaciones, como un infarto, que aquellos con niveles de LDL bajos años antes.

El límite máximo de la presión normal es 120/80 mmHg. Los adultos más jóvenes con presión sistólica (máxima) alta eran un 37% más propensos a desarrollar insuficiencia cardíaca más adelante. Y los que tenían presión sistólica (mínima) alta lo eran un 21%.

"Muchos adultos jóvenes se sienten bien o tienden a pensar que están bien y que tomarán decisiones saludables cuando sean mayores", señaló el autor principal, doctor Andrew Moran, del Centro Médico de Columbia University, Nueva York.

"Este estudio demuestra que las elecciones saludables son importantes aun para los adultos jóvenes", agregó. "Eso significa no fumar, comer saludablemente y hacer ejercicio".

Para algunos jóvenes de alto riesgo, explicó, iniciar un tratamiento farmacológico para manejar los factores de riesgo, algo que no suele ocurrir, también sería importante.

Muy pocos participantes tenían hipertensión o hipercolesterolemia antes de los 40, publica el equipo en Journal of the American College of Cardiology.

Durante el estudio, 4570 participantes tuvieron infartos, 5119 desarrollaron insuficiencia cardíaca y 2862 tuvieron un ACV.

Una limitación de la revisión es que los estudios más pequeños no contaban con determinaciones de la presión o el colesterol en distintos momentos de la vida, según aclararon los autores.

FUENTE: Journal of the American College of Cardiology, online 15 de julio del 2019