El estrés produce mal aliento
Texto: Juan José Aguilar
Investigaciones recientes han encontrado una fuerte relación entre el estrés y el mal aliento, aunado a la posibilidad de desarrollar afecciones bucodentales. Conocida como la enfermedad social, el mal aliento es causado por falta de oxígeno y saliva en la boca. Se estima que esta enfermedad ataca a un 60 por ciento de la población.
La saliva es un medio de protección contra las bacterias y sus ácidos que atacan día a día las estructuras del diente. La ansiedad y los nervios, que provocan estrés, pueden disminuir la salivación y hacerla espumosa y viscosa, lo que acarrea problemas para masticar, tragar, saborear los alimentos, incluso hablar.
La saliva es incapaz de remover los desechos bacterianos, permitiendo que los niveles de ácido dañen directamente al diente y sus tejidos de soporte. Así, millones de bacterias se ven beneficiadas pudiendo provocar afecciones bucodentales en respuesta a esta baja de defensas. Las personas con estrés son potencialmente más propensas a desarrollar caries dental y gingivitis.
Algunos de los síntomas más frecuentes de esta alteración son:
Sensación de ardor
Dolor en la lengua
Boca reseca
Fisuras en la comisura de los labios
Aumento de la sed
Aftas bucales
Otras alteraciones
La presión constante del estrés puede acarrear otros hábitos de riesgo tales como alcoholismo, tabaquismo, morder objetos o rechinar los dientes. Todos estos hábitos afectan de manera negativa en la salud integral de nuestra boca, contribuyendo al mal aliento.
Recomendaciones
Evitar malos hábitos y promover una buena higiene, además de mantener las glándulas salivales sanas practicando la buena masticación, pueden ayudarte a contrarrestar los síntomas. Una botella de agua y control del estrés pueden inclinar la balanza hacia una boca libre de mal aliento.
Visita a tu odontólogo.
Foto: Thinkstock
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Juan José Aguilar es cirujano dentista por la Universidad de Guadalajara, México, y especialista en odontología estética y restauradora. Cédula: 5711438.