El intento de golpe de Estado en el Reino Unido de 1968

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El 10 de mayo de 1968 el Daily Mirror llevaba en su portada un artículo de opinión titulado ‘Enough is Enough’ (Ya es suficiente) y que iba firmado por el presidente de la editora del rotativo, además de director del Banco de Inglaterra, Cecil H. King. En él hacía una contundente crítica al gobierno británico presidido por el laborista Harold Wilson, al que culpabilizaba de la precaria situación de crisis económica y política que se estaba viviendo en el Reino Unido.

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Ese explosivo editorial de Cecil H. King instaba a echar al Primer Ministro y crear un gabinete provisional que estuviera presidido por lord Louis Mountbatten, un condecorado miembro de la nobleza que estaba emparentado con la familia Real (era primo de la reina Isabel II) y que a pesar de sus ideas conservadoras destacaba por su talante progresista y dialogante.

Pero la propuesta lanzada desde el periódico no era fruto de un calentón, sino que era algo que llevaba un tiempo gestándose y en el que estaban involucrados varios personajes relevantes de la vida política, militar y económica del país.

Dos días antes, el 8 de mayo, había tenido lugar en el domicilio particular de lord Mountbatten una reunión en la que se propuso su nombre para dirigir el gobierno. Cecil H. King era el ideólogo de todo el plan y ya había mantenido previamente varios contactos con miembros del Partido Laborista que se habían comprometido a ayudar a ‘mover del sillón’ a Wilson.

Pero la reunión en casa de Mountbatten no había salido como King planeó, debido a que no recibió los apoyos suficientes de los presentes e incluso uno de ellos (el barón Solly Zuckerman) la abandonó antes de finalizar aquel encuentro clandestino, no sin antes decir a los presentes que aquello que estaban tramando era un auténtico acto de traición a la nación y que, por lo tanto, no contasen con su colaboración ni participación, algo que también aconsejo hacer a su amigo, y anfitrión de la reunión, Louis Mountbatten. Acto seguido Zuckerman abandonó aquel lugar -según algunas fuentes- dando un fuerte portazo.

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El no haber llegado a un acuerdo en la reunión motivó a Cecil H. King a escribir el artículo y ordenar que se publicara en portada de su periódico de mayor tirada.

La jugada no salió como King esperaba, encontrándose que el propio consejo de administración de la ‘International Publishing Corporation’ (el mayor imperio editorial del planeta en aquellos momentos) que él presidía solicitó su cese del cargo. Por su parte el gobierno lo cesó fulminantemente como director del Banco de Inglaterra.

Debido a la falta de apoyos para dar un golpe de Estado político en el Reino Unido se diluyó y quedó en el olvido. No fue hasta 1976 en que se supo que detrás de aquel artículo editorial se escondía un complot, debido a que apreció publicado en el libro de memorias de Hugh Cudlipp, un prestigioso periodista del Daily mirror también presente en la mencionada reunión.

Posteriormente, en marzo 1981, el Sunday Times publicó un artículo donde destapaba la trama y entrevistaba a varios de sus protagonistas, encontrando versiones diferentes de los hechos. Quien no pudo dar su opinión al respecto ni decir si hubiese estado de acuerdo en encabezar un nuevo gobierno fue lord Louis Mountbatten, quien había sido asesinado en 1979 por el IRA.

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Fuentes de consulta e imágenes: datacide-magazine/ theguardian / marxists / Read All About It!: A History of the British Newspaper / BBC

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