Estudio recomienda no intentar salvar una vida introduciendo una lapicera en el cuello

Por Andrew M. Seaman (Reuters Health) - Pocas escenas son más dramáticas en una película que el intento de un personaje de salvarle la vida a otro colocándole una lapicera en el cuello para despejar las vías respiratorias, pero un nuevo estudio de Alemania recomienda que los espectadores no prueben ese truco en casa. Los autores les pidieron a 10 personas que intentaran introducir un bolígrafo en el cuello de cadáveres frescos para hacer una abertura en las vías respiratorias. Todos pudieron atravesar la piel, pero un solo participante llegó a la tráquea. Para el doctor Michael Kamali, jefe del Departamento de Emergencias del Centro Médico de University of Rochester, Nueva York, eso demuestra que no hay que intentar algo sobre lo que se leyó o vio en una pantalla. "Nadie ha ingresado a nuestro departamento con un procedimiento con una lapicera y esperamos no tener que verlo", dijo Kamali, que no participó del estudio. "El resultado no sería demasiado bueno", agregó. El procedimiento, la cricotirotomía, se utiliza en situaciones de emergencia para restablecer el paso del aire a los pulmones cuando un trauma, la inflamación u otra obstrucción impiden lograrlo con los métodos tradicionales, como una máscara o un tubo por la boca. Pero el personal de ER usa escalpelos y tubos, no lapiceras, dijeron los investigadores en la revista Emergency Medical Journal. El equipo del doctor Ulrich Kisser, de la Universidad Ludwig Maximilian de Múnich, utilizó tres bolígrafos distintos para determinar si se podrían usar como tubos para respirar. Dos lograron cortar la piel. Luego, les pidió a 10 personas con distintas ocupaciones (abogados, policías y estudiantes) que intentaran utilizar las lapiceras para hacer una cricotirotomía en 10 cadáveres. Las personas habían muerto en los dos últimos días. Seis participantes colocaron el bolígrafo demasiado bajo y punzaron la glándula tiroides y tres lo hicieron en el lugar adecuado. Una sola persona pudo atravesar la piel, los ligamentos y la pared de la tráquea para abrir un orificio: demoró más de 5 minutos, hizo tres intentos y eso le demandó "mucha paciencia" y fuerza, aunque lesionó el cuello y las vías respiratorias. "Tratar de hacer esto sin ningún tipo de experiencia podría tener consecuencias y provocar un daño innecesario", dijo Kamali. "Es algo que le recomendaría no hacer a la población", añadió. FUENTE: Emergency Medicine Journal, online 19 de abril del 2016