Los 10 mandamientos de las empanadillas de atún perfectas
“¿Encanna?” Sí, lo habéis adivinado: hemos iniciado un viaje en el tiempo hasta una de las cumbres del humor español: el mítico gag de Encarna Sánchez de los no menos míticos Martes y Trece. ¿Y qué pinta esto aquí? Em-pa-na-di-llas. Eso es lo que estaba friendo la señora de Móstoles (Josema Yuste) mientras llamaba a ‘Encanna’ (Millán Salcedo). Empanadillas las hay de muchas clases, pero las de toda la vida, las que generaciones y generaciones de españoles hemos comido en casa son las de atún. En Celso y Manolo, una de las mejores tabernas de Madrid, las hacen de vicio y nos explican cómo clavarlas. Ah, por cierto, las llaman empanadillas ‘Martes y Trece’. Son así de guasones.
(Foto: Wikipedia)
La masa se hace con… harina, agua y aceite. Eso es lo único que necesitamos para hacer una masa hojaldrada como Dios manda.
No seas cutre. Hay gente que no le da importancia al relleno y aprovecha para colar atún de poca calidad, pero al final el resultado ‘canta’. “Nosotros utilizamos bonito del norte de la mejor calidad”, explican desde Celso y Manolo.
Haz tú la salsa de tomate. No hay color entre la salsa de tomate casera y la que compras en el súper. Su función es, además de aportar sabor, hacer más jugosa la empanadilla.
También las rellenarás con… “huevo duro (nosotros usamos ecológicos) y aceitunas”.
El tamaño ideal de la empanadilla “son unos seis centímetros”. La forma, la tradicional de media luna.
(Foto: Wikipedia)
Para que la masa no se abra “hay que hacer presión en el pliegue con un tenedor”. Así evitaremos que haya un desparrame por la sartén.
Las freirás en aceite de oliva virgen extra. “Es imprescindible que esté muy limpio”. Así lograremos que las empanadillas tengan un aspecto perfecto, que no cojan sabores extraños y que no haya exceso de grasa.
Las disfrutarás recién hechas… pero, ojo, “volver de fiesta y encontrarte un plato de empanadillas tampoco está nada mal”, recuerdan en Celso y Manolo.
Una guarnición que les va de cine son “patatas rejilla fritas en aceite de oliva virgen”.
Para beber, las acompañarás de “una caña o un vermú, si es el momento del aperitivo. En una comida, “con un vino joven del año muy frío”.
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