Los militares de EEUU son más diversos que nunca pero los latinos no están siendo ascendidos a oficiales

La USA TODAY Network está lanzando una serie sobre la comunidad latina en los Estados Unidos llamada Hecho en USA, o “Made in America.” Aproximadamente el 80 por ciento de todos los latinos en el país son ciudadanos estadounidenses. Pero la cobertura de los medios de comunicación tiende a enfocar en la inmigración y el crimen, en vez de cómo los latinos viven, trabajan y aprenden en sus hogares. Hecho en USA cuenta las historias sobre los 59.9 millones de los latinos en la nación – una creciente fuerza económica y cultural, muchos de los cuales nacen cada vez más en los Estados Unidos.

Carl Castro había recibido la noticia meses antes pero no había caído en las implicaciones hasta un día en que iba manejando hacia su trabajo: El se convertiría en coronel.

Eso significaba nuevos privilegios, así como nuevas responsabilidades. Castro estaba emocionado por la posibilidad de que generales lo escucharan y siguieran sus consejos. Como psicólogo militar, el sabía que nunca podría llegar al máximo rango pero al menos podría tener influencia en las decisiones que el alto mando tomaba por el bienestar de los soldados y sus familias.

"Lo bueno de ser un coronel en el Ejército es que te permite hacer comentarios fuera de tu carril y eso es aceptado," dijo. "Eso generalmente no es aceptado entre rangos más bajos de la organización."

Castro forma parte del limitado grupo de latinos que han llegado a ocupar puestos en el alto mando militar de los Estados Unidos. Los hispanos son la minoría con mayor crecimiento entre las fuerzas militares del país, constituyendo cerca del 16% de todos los militares activos, de acuerdo al Departamento de Defensa. Sin embargo, los latinos constituyen apenas 8% del cuerpo de oficiales y 2% de los generales/oficiales superiores de la marina, de acuerdo a un reporte emitido en el 2019 por el Congressional Research Service. Un largo historial de racismo y discriminación de género en las fuerzas armadas, sumado a barreras en el lenguaje y la educación, están evitando que los latinos avancen, dicen veteranos e investigadores.

Históricamente, las fuerzas militares han sido una de las instituciones más diversas de los Estados Unidos. Un reporte del Pew Research Center del 2004 encontró que alrededor del 36% del personal militar activo eran personas de color, mientras que cifras del Censo de la época indicaban que el 80% de la población de los Estados Unidos era blanca. Reportes recientes mostraron que 43% del personal militar activo representaba minorías raciales y étnicas en el 2017. Alrededor del 60% de la población de los Estados Unidos es blanca estos días, mientras los negros representan el 13% de la población, los hispanos el 18% y los asiáticos casi 6%, de acuerdo con información reciente del Censo.

A medida que las fuerzas militares se han hecho más diversas, se ha hecho más importante que el cuerpo de oficiales refleje los cambios de población en la nación, dice Luis R. Fraga, profesor de Ciencias Políticas y director del Institute of Latino Studies de la Universidad de Notre Dame en Indiana.

"Para que el personal enlistado se vea a sí mismo en el cuerpo de oficiales también," dice Fraga, agregando que mientras más personas se ven ocupando cargos de algo rango, más se sienten capaces de emprender una carrera como oficiales comisionados.

Nikki Wooten posa en el campus de la Universidad de  South Carolina el 11 de marzo de 2020. Wooten investiga las disparidades de salud entre minorías raciales y étnicas y mujeres en las fuerzas armadas de los Estados Unidos.
Nikki Wooten posa en el campus de la Universidad de South Carolina el 11 de marzo de 2020. Wooten investiga las disparidades de salud entre minorías raciales y étnicas y mujeres en las fuerzas armadas de los Estados Unidos.

Nikki Wooten, profesor asociado en la Escuela de Trabajo Social de la University of South Carolina y teniente coronel en la Reserva del Ejército estadounidense que ha estudiado las diferencias en la salud de las minorías raciales y étnicas y las mujeres en las fuerzas armadas, dice que diversidad en el cuerpo de oficiales puede ayudar a mejorar políticas para miembros enlistados.

"Las filas enlistadas son mucho más diversas que los rangos oficiales," dijo Wooten. "Al tener un cuerpo de oficiales más diverso … tienes una diferencia de perspectivas en términos de la toma de decisiones militares, diversas opiniones, y sobre cómo esto puede afectar negativa o positivamente a los rangos más bajos: a las tropas, miembros del servicio y a sus familias."

En declaraciones enviadas a USA TODAY, el Departamento de Defensa dijo que su material promocional de reclutamiento está diseñado para incluir a las minorías y es utilizado en convenciones, ferias de trabajo y otros programas comunitarios.

"A medida que el Departamento de Defensa continúa aumentando sus esfuerzos por cultivar una fuerza de trabajo diversa e inclusiva para todos los que sirven al país, nos basaremos en el conjunto más amplio posible de antecedentes, talentos y habilidades para maximizar nuestras capacidades de combate, adaptarnos a nuevas amenazas y retos, y aprovecharnos de nuevas oportunidades - fortaleciendo la letalidad y preparación de la Fuerza Total," dice la declaración.

Los militares Honry Ong, izquierda, de Filipinas, Njoroge James de Kenia, Miguel Castano de Colombia, John Paul Reyes-Pina de México, Jorge Gray de Panamá y Steven Cauthon,, a la derecha sosteniendo a bandera, de Corea del Sur, hacen el juramento de lealtad durante su ceremonia de naturalización en Dallas, Texas, el miércoles 5 de noviembre del 2008. Los seis formaban parte de un grupo de militares que se convirtieron en ciudadanos estadounidenses ese día.

Cómo convertirse en un oficial militar

Castro comenzó su carrera militar como guardián de infantería en 1981. El recibió la noticia de su promoción a coronel a un mes de volver de su segunda misión en Irak, donde hizo investigaciones sobre la salud mental de los soldados para el Ejército de los Estados Unidos con el grado de teniente coronel. Luego de participar en misiones de mantenimiento de paz en Arabia Saudita, Bosnia y Kosovo, y 33 años en el Ejército de los Estados Unidos, se retiró en el 2014 y se convirtió en profesor de la Universidad de Southern California, donde enseña trabajo social y psicología.

Esta trayectoria es inusual para muchos latinos en las fuerzas armadas.

Hay cuatro maneras de convertirse en un oficial militar: asistir a una academia militar, inscribirse en el programa de Reserve Officer Training Corps (ROTC), asistir a la Officer Candidate School (OCS) o recibir una comisión directa. El Departamento de Defensa dice que, debido a que toma hasta dos décadas desarrollar profesionalmente a un general o a un oficial superior de la marina, la institución está enfocada no solamente en reclutamiento sino también en retención de talento diverso.

Ultimadamente, todos los oficiales deben tener una licenciatura de una institución de cuatro años y buen puntaje en los exámenes de aptitud profesional de las fuerzas armadas, los Armed Services Vocational Aptitude Battery test, que todos los miembros deben tomar antes de enlistarse. La prueba sólo se administra en inglés. Castro dice que aspirantes que son hispano-americanos de primera generación o para quienes inglés no es su primera lengua, probablemente no obtendrán un puntaje alto en el examen. Aquellos con los puntajes más bajos en la prueba tienden a ser reclutados como soldados de infantería, lo que puede disuadir a latinos de intentar una carrera como oficiales comisionados más tarde, dice Castro.

La mayoría de los oficiales en las fuerzas armadas vienen de los programas de ROTC. La Officer Candidate School generalmente dura entre nueve y 17 semanas. Comisiones directas se le dan a individuos que ya tienen un oficio en su vida civil y pueden elegir una especialidad como oficiales militares, por ejemplo como médicos o enfermeros.

Muchos latinos simplemente no tienen suficiente educación para convertirse en oficiales. Los estudiantes hispanos son el segundo grupo étnico más grande en las escuelas públicas de los Estados Unidos tras los estudiantes blancos, pero solo alrededor del 8% de los latinos recibe un diploma de estudios más allá de la secundaria, según el Congressional Research Service. Barreras económicas y de lenguaje, así como discriminación, han contribuido históricamente a la brecha en el logro de los latinos en la educación en los Estados Unidos. Y esto afecta las probabilidades de quién puede ser promovido en los rangos militares, dice Castro.

"Si no tienes un grupo grande de hombres hispanos con diplomas universitarios entonces no tienes muchos oficiales comisionados," dice Castro.

Un aspecto positivo es el creciente nivel educativo de las mujeres hispanas en los Estados Unidos. El número de latinas que se gradúan de instituciones de educación superior creció alrededor de 70% entre el 2000 y el 2017, superando con creces las cifras de los millennials latinos en general, un grupo demográfico que vio un aumento del 56% en las graduaciones universitarias, de acuerdo a un reporte acerca de las latinas estadounidenses elaborado por NBCUniversal Telemundo Enterprises y Comcast NBCUniversal y publicado en noviembre.

Sin embargo, las mujeres tienen menos probabilidad de enlistarse y quedarse en las fuerzas militares para continuar su carrera como oficiales. De acuerdo a un reporte del 2017 de CNA, un grupo de investigación basado en Arlington, Virginia, mujeres de todos los orígenes étnicos apenas constituyen el 18% del cuerpo de oficiales y ocupan menos del 7% de las posiciones en el alto mando (O7 o más alto). Las fuerzas militares solo permitieron la participación de mujeres en labores de combate en el 2015.

Jacqueline Krulic, una veterana de la Marina estadounidense que es mitad mexicana, dice que los obstáculos para escalar hasta posiciones de liderazgo militar son peores para las mujeres de color. Ella cuenta que a veces hombres del servicio se burlaban de ella y de sus colegas mujeres, bromeando que sus traseros eran demasiado grandes para sus uniformes. Cuando ellas trataron de defenderse, les dijeron que tenían una mala actitud.

"Yo creo que hay diferencias entre cómo se tratan a los hombres latinos y a las mujeres latinas," dice Krulic. "Definitivamente cuando eres una mujer de color el trato es muy diferente."

La cultura militar desalentaba respuestas por parte de Krulic y sus amigas a cualquier forma de acoso o insultos, dice ella.

Miembros de todas las fuerzas militares marchan en el desfile del Día de los Veteranos en la calle State en Erie, Pennsylvania, el sábado 11 de noviembre del 2017. Los hispanos son la minoría de mayor crecimiento en las filas militares, constituyendo alrededor del 16% de todo el personal activo, según el Departamento de Defensa.
Miembros de todas las fuerzas militares marchan en el desfile del Día de los Veteranos en la calle State en Erie, Pennsylvania, el sábado 11 de noviembre del 2017. Los hispanos son la minoría de mayor crecimiento en las filas militares, constituyendo alrededor del 16% de todo el personal activo, según el Departamento de Defensa.

"Tu puedes reportarlo pero nada va a pasar y la gente lo va a saber," dice ella. "Te conviertes en esa persona, en la soplona."

Krulic dice que la mayoría de los latinos que ella conoció sirvieron sus cuatro años y después continuaron su educación u otras carreras como civiles. En su caso, ella dejó las fuerzas armadas por su familia. Pero ella piensa que otra razón por la que la gente se da de baja es porque no se siente apreciada como miembro de las fuerzas armadas y no ve la razón en tratar de escalar a mayores rangos.

Wooten dice que este puede ser un sentimiento común entre muchos veteranos de minorías.

"Tu ganas alguna estabilidad financiera y ganas tu educación, pero no te sientes valorado," dice Wooten.

Cadetes de la clase del 2019 participan en la 221 ceremonia de graduación y comisión de la Academia Militar de los Estados Unidos en West Point el sábado 25 de mayo del 2019. Los cadetes se gradúan y son comisionados como segundos tenientes del ejército. Los latinos constituyen apenas 8% del cuerpo de oficiales y 2% de los generales / oficiales de bandera.

Una larga historia de discriminación militar

Harry Franqui-Rivera, profesor asociado de historia de Bloomfield College en Nueva Jersey que se especializa en servicio militar y estudios latinos, dice que una larga historia de políticas explícitas y no-explícitas ha contribuído a la antigua práctica de limitar el acceso de individuos no-blancos a las fuerzas militares.

Los orígenes de estas políticas se remontan a la Guerra Española-Americana de 1898, cuando líderes nacionalistas blancos retomaron el control de las fuerzas armadas e impusieron las llamadas leyes Jim Crow años después de que los líderes militares estadounidenses levantaran durante la Guerra Civil la prohibición de aceptar soldados negros. Políticas segregacionistas también comenzaron a ser aplicadas en escuelas militares como West Point, en Estados Unidos, que en aquel tiempo era la principal vía para convertirse en oficial comisionado. El presidente Harry S. Truman firmó una orden ejecutiva eliminando la segregación racial en las fuerzas armadas en 1948 pero no fue hasta la guerra de Corea en 1950 que los militares estadounidenses se integraron completamente.

A pesar de que las políticas escritas para discriminar activamente en contra de los efectivos no blancos han sido erradicadas, Franqui-Rivera dice que su impacto puede verse todavía hoy.

"Yo he visto a los militares intentar hacer esfuerzos por tener un cuerpo de oficiales más diverso pero ellos no han podido lidiar con lo que se ha convertido ya en tradición," dijo el.

El racismo sigue siendo un problema en las fuerzas militares hoy en día, dice Wooten, que se inscribió en el ejército en 1989 y estuvo en el servicio activo por 31 años antes de entrar a la reserva de la guardia nacional. Un estudio del 2016 aparecido en la publicación académica Sage encontró que los veteranos militares blancos expresaban más "actitudes virulentas" en contra de los afroamericanos en comparación con sus contrapartes civiles. El estudio sugiere que los veteranos blancos son más racistas contra los afroamericanos que los civiles y Wooten dice que estos sentimientos se extienden también contra los latinos.

Racismo en las fuerzas armadas también puede afectar la salud mental de las tropas, haciendo que sea más difícil para ellos destacarse y ser promovidos, dice Wooten. De acuerdo a sus investigaciones, ella dice que los veteranos de minorías tienen mayor riesgo de problemas de salud mental luego de experimentar episodios de discriminación racial en las fuerzas armadas. Entretanto, cualquier acción disciplinaria puede limitar las probabilidades de que un soldado reciba una promoción.

"Hay mucha vigilancia acerca de quién asciende en los rangos oficiales," dice ella. "Son como guerreros saludables, que pueden dar 120% Problemas mentales o físicos no sólo son percibidos de manera negativa sino que también son internalizados como que eres diferente y no tan bueno."

'Deja que otros manejen las políticas, yo quiero ayudar a la gente en el terreno'

Castro no duda que existe discriminación en las fuerzas militares, si bien él dice que no la ha experimentado personalmente, pero dice que una decisión personal también determina si un soldado se transforma en oficial. El dice que muchas personas no quieren comprometerse de la manera que el trabajo requiere.

"Hay discriminación y parcialidad, no me engaño con eso," dice él. "Pero también mucho de eso es que los latinos específicamente no quieren la responsabilidad que viene con el trabajo. Ellos parecen preferir estar alrededor de los soldados."

Castro dice que mientras el más ascendía de rango militar, menos veía a los soldados y más tiempo pasaba en reuniones con otros miembros del alto mando. El recuerdo que llevó a su hijo a su oficina un día y lo arrastró a todas sus reuniones. Cuando padre e hijo volvieron a casa, su esposa le preguntó al niño cómo había estado el día.

"Y él dijo, 'Papá solo se sienta y habla con gente todo el día,'" recuerda Castro, riendo.

Algunos latinos no quieren estar en un edificio de oficinas todo el día, en cambio dicen, deja que otros manejen las políticas, yo quiero ayudar a la gente en el terreno," agrega.

Frank Balkcom, Sr., de Glendale, Arizona, estuvo en servicio activo con los marines desde 1974 hasta 1978, y luego en la reserva hasta el 2004. Fue enviado en misiones militares al exterior dos veces mientras fue reservista y luego trabajó como oficial de policía. El ex jefe de policía de Page, Arizona, dice que dejó la vida militar en busca de una carrera que le ofreciera más estabilidad y mejor paga para mantener a su familia, que incluía a dos niños pequeños.

más estabilidad y mejor paga para mantener a su familia, que incluía a dos niños pequeños.

El dijo que nunca tuvo planes de escalar posiciones hasta convertirse en oficial, si bien tiene un título de postgrado.

"Nunca se me ocurrió," dijo. "Me gustaba trabajar de la mano con los marines."

El dice que nunca experimentó racismo cuando se enlistó a los 18 años como latino y que, de hecho, tuvo muchos jefes latinos. Agrega que si bien sería ingenuo decir que no hay discriminación entre los militares, la organización ayuda a los reclutas a aprender cómo superar las diferencias.

"Cada uno es único y una de las cosas que yo encontré es que hay una mentalidad de coalición y una atmósfera de equipo," dijo Balkcom. "Todos llevamos el uniforme sin importar la raza."

Los marines estadounidenses practican asaltar una posición enemiga el 6 de agosto de 2001 en la isla puertorriqueña de Vieques. Puerto Rico celebra a sus 79,000 veteranos registrados con "el Día del Veterano Puertorriqueño", además de la celebración del Día de los Veteranos con el territorio continental de los Estados Unidos.
Los marines estadounidenses practican asaltar una posición enemiga el 6 de agosto de 2001 en la isla puertorriqueña de Vieques. Puerto Rico celebra a sus 79,000 veteranos registrados con "el Día del Veterano Puertorriqueño", además de la celebración del Día de los Veteranos con el territorio continental de los Estados Unidos.

'No existen blancos, marrones, negros. Todos somos verdes'

Si bien los latinos tienen menos posibilidades de convertise en oficiales comparados con sus colegas blancos, muchos recuerdan su pasado militar con orgullo e insisten en que las cosas están mejorando. Puertorriqueños, por ejemplo, están especialmente orgullosos de su historial de servicio en las fuerzas armadas y la isla celebra a sus 79,000 veteranos en el “el Día del Veterano Puertorriqueño,” un día separado de las festividades de Veterans Day en tierra firme.

El Departamento de Defensa dice que ha enfocado esfuerzos en atraer y retener empleados diversos y que trata de reclutar a gente de distintos orígenes, talentos y habilidades para "maximizar nuestra capacidad de combate."

"Los hispanos/latinos son esenciales para la preparación de la fuerza total y contribuyentes claves a la misión defensiva del Departamento de Defensa," dice la declaración.

El veterano de los Marines Andrew Peralta dice que se ha dado cuenta de que las cosas han mejorado mucho desde que él estaba en las fuerzas armadas tras compartir historias con su sobrino, quien actualmente sirve como marine en Filipinas. Peralta dice los Marines no han cambiado mucho desde que él comenzó su carrera militar en 1987 pero que la organización se ha vuelto más diversa y hay más mujeres. Las fuerzas militares también se han vuelto más tolerantes de la comunidad LGBTQ.

Pero si bien Peralta fue el único mexicano en su clase de entrenamiento básico, el dice que igual se sintió parte de una hermandad que superaba las razas y grupos étnicos. El dice que todos los reclutas comenzaron desde abajo juntos y se ayudaron los unos a los otros. Los sargentos de instrucción constantemente les recordaban que "la persona que tienes al lado puede ser la que te salve la vida" en combate.

"Nos mirábamos los unos a los otros como una vez que eres marine lo eres para siempre," dijo Peralta. "Nos dijeron desde el principio que no hay blancos, marrones, negros, todos somos verdes o verde oscuro."

Krulic, quien es ahora un oficial de policía en Kansas City, dijo que ella no se arrepiente del tiempo que pasó en la Marina aunque no haya decidido convertirse en una oficial y continuar su carrera militar. A lo mejor si hubiera tenido a una superior latina, se hubiera sentido motivada a quedarse más tiempo.

Pero ella tuvo la oportunidad de viajar alrededor del mundo y hacer amigos para toda la vida, que se han convertido en su familia. Y eso fue suficiente para ella.

"Yo daría mi vida por estas personas hasta el día de hoy," dice Krulic.

Siga a Adrianna Rodriguez en Twitter: @AdriannaUSAT.

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This article originally appeared on USA TODAY: Los latinos en las tropas de EEUU no llegan a ser oficiales