‘Penterafobia’, el motivo por el que tu pareja evita a tu madre

Se desarrolla tanto en hombres y mujeres; y puede acabar con tu relación

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Imagen de la comedia ‘La Madre del novio’ en la que Jane Fonda y JLo tienen sus más y sus menos por culpa del novio.

Las fobias son descritas como temor, disgusto, desaprobación, prejuicio, odio, discriminación u hostilidad hacia cierta categoría de personas o cosas.

En este caso hablamos de ‘Penterofobia’, un persistente, anormal e injustificado miedo a la suegra que impide a tu pareja relacionarse con normalidad con tus padres (si es con ambos se conoce como ‘ socerafobia’)

Un problema que aunque no se cataloga como un trastorno de salud emocional, sí puede generar conflictos entre la pareja e incluso convertirse en un escollo insalvable en tu relación.

Aunque no debes dejar que la opinión de los demás influya en tus decisiones y relaciones personales, es muy difícil ignorar un tema así… ¡se trata de tu madre!

Que ella desapruebe tu relación puede convertirse en una verdadera pesadilla y en un contratiempo continuo; no poder reunir a las personas que más quieres para celebrar tu cumpleaños, la navidad y otras fechas señaladas puede llegar a afectarte más de lo que crees, y a tu pareja también, porque le hará sentirse responsable.

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Suegras que dan su opinión sin pedirla, que envenenan la relación, aparecen sin avisar… ¡Peligro, peligro! Foto: (Getty Images)

Pero, ¿por qué y cómo surge este miedo patológico? Casi siempre es porque ha habido un primer desencuentro y ese supuesto fracaso se ha convertido en una obsesión irracional casi obsesiva.

Por eso es tan importante esa primera impresión. Si la cosa se ha torcido, no dejes que se te vaya de las manos. Ayúdale a caerle bien a tus padres con estos sencillos trucos:

- Muéstrate feliz. Pero no lo finjas, las madres siempre adivinan si estás forzando la situación. Si estás bien con tu pareja y la relación va sobre ruedas se notará porque estarás contenta y relajada. Te resultará imposible esconder esa sonrisa de felicidad. Los padres perciben cuando un chico te cuida y te trata bien, y también si te hace sufrir.

- Dale alguna pista. Si hay algún tema tabú como la política o la religión avísale antes de que se produzca el desastre. En estos casos más vale prevenir, no sea que a tu padre le de por hacerle una pregunta trampa… La información es poder, cuéntale lo que sea necesario que sepa y no le dejes solo ante el peligro.

- No cuentes sus defectos. Desahogarse cuando tu pareja te hace una faena es muy saludable, ¡pero no con tu madre! Si os habéis peleado intenta por todos los medios que no se note. Nunca se debe desacreditar al otro delante de los padres.

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Delante de la familia es mejor no poner en evidencia los desacuerdos, tratarlos en privado. (Foto: Getty Images)

Si te ha ofendido, cuéntaselo a una amiga o a tu hermana, a quien sepas que te guardará el secreto y no le juzgará tan duramente. De lo contrario estarás interfiriendo en la imagen que pueden tener de él. Y por supuesto, recuerda que debes solucionar tus problemas con él directamente.

- Busca puntos en común. Seguro que hay algo que les guste a todos. Saca un tema de conversación que sirva para romper el hielo y que sepas que les enganchará a todos. Y por favor, ¡dale al seso! Recuerda que hay vida más allá del fútbol y los coches, que está más que trillado y tampoco da para mucho. Igual comparten la misma pasión por el cine, la lectura, o los viajes. Seguro que si te pones a ello descubres qué cosas tienen en común tu pareja y tus padres, ¡a pensar!

- Presume de él. ¿Por qué no vas a hacerlo? Si tu pareja destaca en algo o te sientes orgullosa de su vena altruista cuéntalo. Puede que se sonroje pero a tus padres les gustará conocer sus virtudes y sobre todo, ver que te produce admiración. Es más importante de lo que crees. Además, si hay algo que se le de especialmente bien o es un manitas, aprovecha y que eche una mano con esas chapuzas caseras que desesperan tanto. Verás como se gana el cariño de tus padres en un plis plas.

En serio, por muy mal que lo veas, todo tiene arreglo. En última instancia, puedes jugar ‘sucio’ y tocarle la fibra sensible a tu madre. Ella lo que quiere es ver feliz a su hijo o hija, así que cuando vea lo felices y enamorados que estáis se quitará de en medio y os apoyará en todo.