Qué pasa de verdad cuando tomas (en ayunas) una vaso de agua tibia con limón

¿Puede o no esta bebida popular mejorar tu salud digestiva?

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(Foto: Stockbyte / Getty Images)

El agua con limón es un remedio casero utilizado para perder peso con un potente efecto quemagrasas al que se le atribuyen muchos otros beneficios pero, ¿son ciertos todos?

El estreñimiento sí puede combatirse con esta sencilla mezcla, ya que al tratarse de un líquido ‘caliente’ ayuda a que el intestino se mueva.

“Es el llamado efecto gastro-cólico, que consiste en que al entrar algún alimento o bebida en el estómago, especialmente si está caliente, el colon se mueve y favorece la defecación. Por el contrario, si se sufre de ardores, como ocurre en el reflujo gastroesofágico, la acidez del limón puede producir molestias”, explica a El País el médico Fermín Mearin, director del servicio de Aparato Digestivo de Centro Médico Teknon, en Barcelona.

En esta misma línea podemos afirmar que es una bebida depurativa que alcaliniza el cuerpo y equilibra el PH del cuerpo, ya que ayuda al intestino a eliminar toxinas de manera natural, y además favorece la eliminación de cálculos biliares.

Por eso está especialmente indicada para esas personas con tendencia a tener un hígado graso, que deberían hacerse una limpieza hepática al menos una vez al año.

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(Foto: Getty Images)

Además el consumo regular de agua con limón resulta ideal para aliviar muchos de los trastornos digestivos comunes, como por ejemplo gases y flatulencias, acidez estomacal, digestiones pesadas y náuseas.

Quizás debido a ese efecto diurético y a que favorece la eliminación de líquidos se le atribuyen propiedades adelgazantes, pero ¡no es literal!

Su aporte calórico es muy bajo y al tomarla en ayunas esta bebida puede ‘engañar’ al estómago debido a la fibra y a su efecto saciante. Al facilitar la digestión y aumentar la temperatura corporal se acelera la combustión de grasa, pero no es un remedio milagroso ni debería ser un sustituto del desayuno, aunque sí es mucho más saludable que los refrescos o bebidas gaseosas.

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De manera que tomar una infusión de limón o echar unos gotitas de este cítrico en un vaso de agua tibia (y beberlo a sorbitos, poco a poco), hará aumentar el calor corporal, lo que permite un ligero aumento de la termogénesis, el proceso que el cuerpo utiliza para quemar las calorías de los alimentos que ingieres.

Por otro lado, es cierto que esta bebida nos proporciona cierta inmunidad y prevención ante las infecciones, aunque con matices porque en realidad no evita el resfriado ni la gripe, sino que acorta su duración y alivia los síntomas al poseer una acción antiséptica ayudan a combatir bacterias y otros agentes patógenos que amenazan al organismo.

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(Foto: Getty Images)

“El limón tiene componentes como el ácido cítrico, málico, acético y fórmico, que pueden potenciar la acción de la vitamina C y poseer una acción antiséptica”, comenta a Dmedicina Julia Ocón, experta en Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEN), que recomienda consumir agua de limón dentro de una dieta variada y equilibrada.

En cuanto al resto de propiedades que se le atribuye al agua con limón solo estamos seguros de poder confirmar su efecto hidratante, antioxidante y embellecedor de la piel ya que la vitamina C mejora la calidad de la dermis, previene su sequedad, combate el acné y previene la formación de arrugas.