Quedó huérfano por una explosión en México en 1992. Quien ahora se convertirá en rey lo protegió
Humberto Romano tenía 11 años cuando quedó huérfano en la gran explosión que sacudió Guadalajara y en la que centenares de personas murieron. El entonces príncipe Carlos le devolvió la esperanza cuando le tocó la cabeza y le dijo "todo es posible".