Técnicas optogenéticas recuperan memorias perdidas en ratones

Optogenética, optogenética, optogenética… puede que sea la palabra más repetida en los últimos años en muchos campos de la Medicina. Sin ir más lejos, aquí en esta sección de ciencia de Yahoo hemos publicado numerosos artículos con los sorprendentes avances que esta técnica nos está proporcionando en tan poco tiempo. Piezas como “¿Podemos cambiar un mal recuerdo por uno bueno? En ratones parece que sí”, o más recientemente “Neurocientíficos consiguen reescribir recuerdos y borrar adicciones en ratones usando luz” nos sitúan para abordar este nuevo paso en el estudio del cerebro utilizando estas novedosas estrategias.

De Optogenética hemos conversado largo y tendido, y en artículos anteriores ya hemos explicado cómo fue descubierta y cómo funciona: Una técnica capaz de controlar la función de algunas células utilizando luz. Además a Susumu Tonegawa, del Instituto Tecnológico de Massachusetts, también lo conocemos de investigaciones previas en las que conseguía recuperar ciertos recuerdos perdidos en ratones utilizando luz, e incluso fue capaz de cambiar un mal recuerdo por uno bueno.

Así pues, para los lectores más asiduos de esta sección de Yahoo, nos encontramos ante viejos conocidos y lo que nos falta por saber es qué han conseguido en esta ocasión. Según la propia web de noticias del MIT, el equipo de Tonegawa ha logrado recuperar recuerdos perdidos en ratones que estaban siendo usados como modelos de alzhéimer en sus fases más tempranas. Por supuesto, estos resultados se han obtenido nuevamente estimulando con emisiones de luz determinadas neuronas en estos ratones… aquí vuelve otra vez con fuerza la optogenética.

Sin embargo, antes de entrar a fondo en el asunto, vamos a hablar sobre el Alzheimer y su más profunda naturaleza porque, en realidad, apenas sabemos nada sobre sus causas o sus posibles mecanismos de acción.

El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa asociada a una pérdida de la memoria y de otras capacidades mentales. No sabemos por qué aparece, cuál es su causa y lamentablemente tampoco tenemos una cura. De hecho, en la actualidad y si nos fijamos en las etapas más tempranas de esta enfermedad tampoco existe un consenso sobre si el alzheimer destruye los recuerdos o simplemente imposibilita el acceso a ellos.

En palabras más simples: No sabemos si el alzheimer borra nuestros propios recuerdos o simplemente bloquea el camino sináptico que nos conduce a ellos. Si nuestra memoria fuese una caja donde guardamos nuestros recuerdos, la metáfora equivaldría a perder efectivamente la caja o simplemente perder la llave que nos permite abrirla.

Susumu Tonegawa, Premio Nobel de Medicina en 1987, es un apasionado defensor de esta segunda posibilidad. El laureado investigador del MIT considera que, en algunas formas de amnesia y fases tempranas de alzhéimer, los recuerdos pasados no se han borrado, solamente no podemos acceder a ellos. Es una posibilidad mucho más esperanzadora puesto que algún día podríamos aprender a recuperarlos.

Por ello el equipo de Tonegawa lleva ya varios años realizando diversos experimentos optogenéticos en ratones con un proceso bastante metódico: generar pequeños recuerdos en los roedores, borrárselos y posteriormente intentar recuperarlos de nuevo.

Su nuevo artículo, publicado hace unos días en la Revista Nature, vuelve por el mismo camino utilizando en esta ocasión ratones empleados como modelos de la patología del alzhéimer en sus etapas iniciales.

Hay que aclarar también que no son “ratones con alzhéimer” sino ratones a los que se utiliza como modelo para la investigación y que poseen ciertas características similares a la patología de la enfermedad en humanos. Aún así, los resultados son prometedores y confirman la hipótesis de Tonegawa de que, al menos en estos mamíferos, se pueden recuperar ciertos recuerdos que se daban por perdidos.

La metodología de los experimentos es la misma que ya explicamos en este artículo para ratones con ciertas amnesias, aunque ahora se ha recreado con resultados similares en este tipo de etapas tempranas del alzheimer.

¿Qué podemos concluir de este nuevo estudio de Tonegawa? Por supuesto, en primer lugar debemos ser cautos antes de realizar paralelismos con el ser humano y evitar pensar que si funciona para ratones puede ser aplicable directamente en personas… Aún queda mucho trecho. Sin embargo, hay que reconocer que la posibilidad de que sea el acceso lo que se pierde y no los recuerdos en sí mismos ofrece un rayo de esperanza para tratamientos en estas fases iniciales de la enfermedad.

Referencias científicas y más información:

D.S. Roy et al. Memory retrieval by activating engram cells in mouse models of early Alzheimer’s disease. Nature. 2016. doi: 10.1038/nature17172.

Laura Sanders “Lost memories retrieved for mice with signs of Alzheimer’s” Science News

Anne Trafton “Lost memories can be found. Neuroscientists retrieve missing memories in mice with early Alzheimer’s symptoms” MIT News