Mary-Kate vs. Ashley Olsen
Ambas son bellas, exitosas y fanáticas de la moda. Y cada una a su manera es dueña de un estilo único, que las convierte en foco de atención de los fotógrafos, trendsetters y reinas del streetstyle. Tú, ¿con qué hermana te quedas?
Ashley Olsen, la glamorosa
Es la Barbie girl de la dupla. Su cabello dorado, sus accesorios cuidadosamente elegidos y sus vestidos suntuosos, la vuelven mucho más sofisticada que su hermana.
Ashley sabe cómo resaltar lo mejor de su figura y por ello apuesta a las minifaldas, vestidos lánguidos y zapatos altos para el día a día.
En cambio, para la noche, suele lucirse con un outfit más extravagante, que tiene como prenda estrella a vestidos de diseñadores renombrados en piezas orientales o de inspiración real.
¿Cómo copiarla?
Si buscas tener un estilo más sofisticado y elegante para tu actividad cotidiana, es buena idea que busques inspiración en Ashley, ya que ella sabe cómo volver glamoroso a cualquier equipo básico.
Empieza por elegir una mini que te quede fantástica, súmale unos tacos de infarto, un bolso it y una chaqueta biker. Ashley es fanática de las bijou dorada, por lo que no te olvides de un reloj, aros y algunas pulseras en oro.
Mary-Kate Olsen, la arriesgada
Su estilo es mucho más relajado que el de su hermana. Desde su cabello, al menos 3 tonos más oscuros que el de su blonda gemela, y mucho más largo y desprolijo, hasta el vestuario que elige. Se caracteriza por lucir prendas vintage de lujo, piezas únicas, combinadas con propuestas de nuevos diseñadores. El resultado final muestra un estilo boho, despreocupado, suntuoso y muy original.
Para sus looks de calle, Mary-Kate suele optar por un estilo más grunge: jeans rotos, camisas de franela, sweaters oversize y complementos con tachas.
¿Cómo copiarla?
Es difícil contar con las prendas únicas que tiene a su disposición, pero seguramente en el baúl de la abuela encontrarás más de lo que imaginas, o en el mercado de antigüedades del barrio habrá algún tesoro por descubrir. La clave está en elegir un objeto vintage, que aunque no sea súper lujoso, cuenta con un gran valor estético, puede ser una joya, un bolso o un foulard, y el resto se hace sólo. Un maxi vestido de gasa, bohemio y romántico y unos anteojos estilo John Lennon te harán ver simplemente es-pec-ta-cu-lar.
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